Las primeras lluvias muestran las deficiencias del embaldosamiento efectuado en el parc. Y es que eso de cementar espacios de tierra no es tan fácil. Ya se venía venir, porque no es coherente que un espacio que se inunda 4 o 5 veces al año, a lo sumo, en un parque destinado a la biodiversidad se deba embaldosar. Puestos, ya que esta zona se ha inundado, no sería de extrañar que también la embaldosaran. Y la fuente de agua, donde beben niños, perros, avispas, mariposas y otros seres, estos últimos en sus charcos, también la podrían embaldosar. Y el camino de tierra que bordea el lago que también se inunda, también embaldosado. La especie humana tiene una extraña facilidad de cementar aquello que no puede gestionar con la coherencia. Que un camino de tierra que no lleva a ninguna parte se deba de cementar es incoherente. Hubiera sido más fácil dejarlo como estaba... Ahora todo el material orgánico que hay en el parc impide que el agua salga del camino por esas alcantarillas horizontales que, por cierto, no están realizadas por debajo del nivel de la tierra. En fin, veremos hasta donde llega la insensatez porque me temo que la propuesta va a ser seguir embaldosando... Aquí los que han perdido han sido los gorriones comunes (Passer domesticus), las libélulas y todos los seres circundantes... Y el bolsillo del ciudadano.
jueves, 29 de agosto de 2019
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