En la zona de influencia del parc, esta madrugada, noche cerrada, un mosquitero común (Phylloscopus collybita) emitía su canto, quizás gracias a encontrarse posado en una tipuana de una zona iluminada. Canto irregular, no tan nítido como en otras ocasiones. Rápidamente, una curruca cabecinegra (Sylvia melanocephala), probablemente macho, le respondía con su reclamo habitual matraqueante. Otro mosquitero, emitía su reclamo "suit", agudo y corto. Y desde una azotea lejana, las gaviotas patiamarillas (Larus michahellis) se dejaban sentir. Saltaba un reclamo de alarma de 2 mirlos comunes (Turdus merula) y de otra tipuana, parecía contestar el reclamo nervioso de un petirrojo (Erithacus rubecula). Las primeras especies del año, todas localizados por sus emisiones, sin ser vistas... Muchas especies de aves pueden ser localizadas e identificadas por sus reclamos y cantos. Y este factor se vuleve indispensable cuando caminas en un bosque, donde en muchas ocasiones no las puedes visualizar... Y este razonamiento de lo más siple me lleva a pnesar...¿Qué ocurre en aquellos proyectos de ciencia cooperativa, donde a los diferentes conocimientos individuales y visuales, deben sumarse los auditivos, mucho más diversos que los anteriores? Que el conocimiento es sumamente tan diferenciado que la recogida de campo no parte de bases homogéneas. Y por lo tanto si no recoges datos estadísticos fiables, la desviación de sus resultados con respecto a la realidad a mucho más mayor de lo esperado...
martes, 2 de enero de 2018
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