En Diagonal Mar, como en otros parques urbanos, existen rincones donde el ornitólogo paciente puede pasar más que agradables momentos observando aves. Si uno busca pequeños charquitos, más o menos estables, o surgencias de tuberías rotas de fuentes o cualquier otro espacio donde se regala agua de buena calidad, el sentarse a observar durante un buen rato es un ejercicio ornitológico de lo más placentero. Todo ello, si puede ser, aderezado con una buena iluminación al atardecer que intensifica la coloración de los diferentes plumajes...
En estos charquitos es habitual observar a mosquiteros comunes (Phylloscopus collybita) bañarse y beber agua, a la vez que se expulsan unos a otros de forma habitual. También llegan, manteniendo bandos y sin agresividad alguna, las currucas capirotadas (Sylvia atricapilla), así como jilgueros (Carduelis carduelis) y verdecillos (Serinus serinus). Todos ellos son pacíficos, como los gorriones comunes (Passer domesticus). Saben que muchos ojos son seguro de supervivencia y están habituados a las compañías de otros. Entre ellos, aparece un precioso macho de pinzón vulgar (Fringilla coelebs), especie que este año se verá quizás poco en el parc, ya que se han cortado las varas de la planta Phormium tenax que escondían sus sustento invernal compuesto de miles de semilas. En estos charquitos también suelen aparecer las lavanderas blancas (Motacilla alba) que mantienen posición predominante sobre las cascadeñas (Motacilla cinerea) a las que suelen expulsar. Y a su vez, esta últimas mantienen disputas que pueden durar días por la propiedad del valioso espacio.
Todas estas avecillas viven inquietas, expuestas al peligro cuando aprovechan el charquito y al mínimo sobresalto huyen en vuelo a buscar refugio. Así ocurre cuando llegan las torcaces (Columba palumbus)... Estos días ya aprovechan las bellotas del los Quercus del parc, que arrancan directamente de sus ramas más externas y áreas. El poder deglutir una bellota supone al torcacho un esfuerzo considerable... Y su digestión les obliga al líquido elemento, lo que supone la llegada al preciado charquito de pequeños bandos.. Allí algunas temerosas beben, otras vigilan...
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