Si nos hiciéramos esta pregunta, muchos pensaríamos en un perfil de persona determinado. Pero no caeríamos que, en ocasiones, son las propias aves las que dan de comer a las otras... El sábado al mediodía, pasé por una palmera en la zona de influencia del parc de Diagonal Mar, en un jardín tranquilo, donde 2 cotorras argentinas (Myiopsitta monachus) comían dátiles maduros. Bajo de ellas, en el suelo, se habían concentrado 2 palomas torcaces (Columba palumbus), 5 estorninos pintos (Sturnus vulgaris) y una pareja de mirlos comunes (Turdus merula). Se aprovechaban de los restos más pequeños y abiertos de da´tiles que dejaban caer las cotorras. No es la primera vez que observo esta situación y que nos deja ver como algunas especies alóctonas, sean palmeras o cotorras, pueden ser aprovechadas, por aves autóctonas residentes en la ciudad. También fue curioso observar que, pasando casualmente por el mismo lugar, y habiendo transcurrido más de 2 horas, la situación era la misma y seguía el banquete. De lo que se deduce que no es tan solo un recurso ocasional si no más bien estable en el tiempo y que pudiera ser que, incluso algunas aves, se hubieran acostumbrado a recorrer la zona en busca de cotorras... Aunque para esto ya hace falta un seguimiento más detallado.