Si un caracol decidiese atravesar el lago del parc en línea recta entre los dos puntos alejados de su perímetro, podrìa hacerlo sin problema alguno, de forma casi intemporal. Los trabajos de limpieza del lago siguen, como desgraciadamente me esperaba, a una velocidad notablemente inferior a la velocidad del osado gasterópodo. Tan solo queda un charquito de agua, donde ayer 5 garcetas comunes (Egretta garzetta) se movían ágiles para capturar las últimas gambusias. Sumar a ellas, tan solo 46 gaviotas reidoras (Larus ridibundus), la mitad posadas en los tubos metálicos. Entre las ramas de los alcornoques, siguen alimentándose de sus insectos, mosquiteros comunes (Phylloscopus collybita), herrerillos comunes (Parus caeruleus) y un reyezuelo listado (Regulus ignicapillus). Y 6 pinzones posados como siempre en las semillas del lino de Nueva Zelanda.
Y poca cosa más; tan solo las primera peleas territoriales de machos de curruca cabecinegra (Sylvia melanocephala) o el vuelo de 3 verdecillos (Serinus serinus), especie que ha denotado un descenso alarmante en el parc en los últimos 3 años.
No hay comentarios:
Publicar un comentario