EL MANÁ DE LAS PALMERAS Y LAS COTORRAS

Como es bien sabido diferentes especies de cotorras pululan por el parc en mayor o menor medida. El martes día 19, 2 cotorras de cabeza azul (Aratinga acuticaudata) sobrevolaron raudas el parc, en dirección la C/ Prim. Hacia semanas que no veía a esta especie por el lugar.

Pero las cotorras no tan solo vuelan... Se paran, habitualmente en las palmeras y se aprovechan del "maná de los dátiles". Dos especies principales son las que más aprovechan este alimento. La cotorra argentina (Myiopsitta monachus) y la de Kramer (Psiitacula krameri). Sobre esta última, un elevado porcentaje de observaciones corresponden a ejemplares comiendo dátiles o en mucha menor proporción, bellotas.

Pero estas especies, no comen dátiles de la misma forma. Las cotorras argentinas, suelen comérselos cogiendo el fruto con la pata, aprovechando bien sus picotazos y dejando caer al suelo el fruto parcialmente devorado. En cambio, las de Kramer, no manipulan habitualmente el dátil con sus patas, sino que se dejan colgar de los ramilletes de la palmera y desde allí, comen el fruto, dejando caer una buena cantidad de restos del fruto al suelo, ya que con el pico y con esta posición no parecen tan eficaces.

Esto, que no va más allá de la pura observación, "esconde" otras consecuencias. Ya comenté en su momento (no recuerdo si en el blog o en los infomes anuales)  que pequeñas aves como la curruca capirotada (Sylvia atricapilla), con posterioridad aprovechan los dátiles colgantes que han sido picoteados... O en el suelo, los mirlos comunes (Turdus merula)... Lo que he apreciado esta semana es que, en el caso de las cotorras de kramer, nada más llegan a la palmera son inmeditatamente acompañadas de forma muy activa por currucas capirotadas, mientras que en el caso de la argentina no son tan perseguidas...  Incluso se acercó un  herrerillo común (Parus caeruleus) aunque en este caso no le vi comer nada.

Es decir, un comportamiento que puede favorecer a especies autóctonas, favoreciendo su supervivencia en el duro invierno gracias a otras especies alóctonas... Y sin entrar a pensar si las cotorras pueden transmitir alguna enfermedad a las mismas...