Esta tarde era momento de buscar migrantes transaharianos emplumados. Y no me he sentido defraudado. A pesar de alguna leve racha de viento, he contabilizado dispersos en todo el parc, un mínimo de 7 papamoscas cerrojillos (Ficedula hypoleuca). Algunos, posados muy cerca del suelo. También he visto en la misma zona que ayer a un macho de colirrojo real (Phoenicurus Phoenicurus), capturando alimento. Han aparecido los dos primeros mosquiteros musicales ( Phylloscopus trochilus), juntos en la misma rama de un alcornoque. En el lago, ya me he encontrado con nuestro amigo Leopoldo Airas con el que hemos visto que había 3 carpas muertas que eran aprovechadas por jóvenes de gaviota patiamarilla (Larus michahellis) y una garza real (Ardea cinerea). Los dos martínes pescadores (Alcedo atthis) siguen con sus trifulcas territoriales. Estas carpas muertas podrían indicar quizás cierto grado de anoxia en el agua.
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