No hay manera. Ni vigilancia. A pesar de ser una especie amenazada, el cormorán moñudo (Phalacrocorax aristotelis) sigue siendo molestado y asustado por bañistas en las rocas del Bogatell. Uno de los pocos sitios, quizás el único donde poder descansar o formar dormidero. Y eso que hay un puesto de la Guardia Urbana a pocos metros. ¿Qué hace el Ajuntament de Barcelona? Como siempre, nada, a no ser utilizar la imagen del ave para sus campañas publicitarias del litoral. Hasta 43 ejemplares.
domingo, 7 de agosto de 2022
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