Cae la tarde plomiza. Un cernícalo osa posturear como su nombre afirma, acto imprudente en un territorio de peregrino. El macho adulto, sabedor de su poderío, aparece como una centella y se produce el hachazo. El cernícalo evita por centímetros la muerte, perdiendo descontroladamente altura. Desaparece del lugar y el príncipe de los cielos remonta altura y con vuelo pausado se pavonea en las alturas... Una osada gaviota patiamarilla joven le acosa... Imprudente decisión que finaliza con otro hachazo al lárido... En una tarde plomiza...
jueves, 23 de septiembre de 2021
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