DESCRIPCIÓN DE UN NUEVO COMPORTAMIENTO DE CURRUCA CABECINEGRA

Las aves aprenden a gran velocidad en la urbe. Se adaptan nada más encuentran nuevas oportunidades. La semana pasada detecté algo que no había visto nunca. Un bando compuesto de 7 currucas cabecinegras (Sylvia melanocephala) que se movían en grupo. Y no era un grupo familiar. De los 7 ejemplares, 3 eran machos adultos. Todos conocemos la gran territorialidad de esta especie que se da durante todo el año. Los machos cantan y se pelean con otros cuando existe una invasión del territorio. Por eso me llamó tanto la atención esta situación, más aún cuando no la había visto antes, en tantos años de prismáticos. Decidí tirarme un buen rato hasta encontrar cierto patrón lógico. Las aves, además, mantenían, un reclamo corto, regañante y débil, de claro contacto, quizás para reafirmar la situación de tranquilidad. Las currucas, estaban en un platanero y miraban con sumo detalle todas las bolas de semillas... Y tan solo en cada 8-10 bolas atacaban su contenido, atrapando algo de cierto tamaño alargado que ingerían rápidamente. ¿Qué podía ser? Todos hemos oído hablar desde hace años del tigre de los plataneros, un insecto que produce molestias a las personas y que además da de comer a muchos hirúndidos en Barcelona. Pero aquí capturaban algo que estaba dentro de la semilla, como alargado... Pues realizando una búsqueda de noticias, este mismo año, los vecinos de la zona cercana de Selva de Mar se han quejado de otro insecto diferentes al tigre... Se trata de la chinche de la semilla de los plataneros (Belonochilus numenius), una chinche vegetal que ha "explosionado" este año en los medios de comunicación. Y que tuvo, tan solo hace seis años, en el 2015, su primera explosión de plaga en la ciudad. Pues bien, parece que nuestras amigas las currucas han descubierto en esta chinche, una buena despensa. Y tan solo tienen que pasearse bola tras bola hasta encontrar uno y capturarlo con suma facilidad. La recompensa parece tan jugosa que las aves, al menor por este momento y en este parc, abandonan sus enconadas disputas territoriales y hacen piña para aprovechar tan suculento y nuevo manjar. Lo que demuestra por otra parte, lo beneficioso de estas avecillas.