Ayer por la mañana observé la colisión de un joven de paloma torcaz (Columba palumbus) contra la fachada de un edificio blanco, sin ventanas. El ave pudo frenar algo su velocidad antes del impacto. Me acerqué, estando algo aturdida pero cuando fui a cogerla para ver si tenía fractura, afortunadamente, voló a un almez cercano.
jueves, 10 de septiembre de 2015
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