Esta primera parte de la migración primaveral se está caracterizando por un hecho poco habitual. Casi todos los migrantes primaverales que entran en el parc marchan rápido. Tan solo se ven en un solo día. Esto no es habitual. Todos los años anteriores las aves descansaban durante dos o tres días, alimentándose y cogiendo fuerza. Este año no ocurre. O tienen mucha prisa por llegar a sus zonas de cría o no hay alimento suficiente en el parc. Hay que tener en cuenta que la zona más cercana al litoral, el estanque natural, antes con agua y vegetación acuática, han acabado con el. Ni agua y todo segado. Puede haber influido ya que es puerta de entrada a migrantes a tan solo 260 metros de la línea de mar.
Otra curiosidad de esta primavera es que muchas de las aves localizadas son cantoras. Incluso una de los pocos migrantes oídos durante 3 días, el ruiseñor común (Luscinia megarhynchos) no ha parado de cantar. Otros años si que hay cantos pero en una proporción mucho más inferior. Los pájaros parecen venir on fire...
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