Estas semanas, dos parejas de ocas (Anser anser) habían territorializado las aguas del parc. Con reclamos, aspavientos y alguna leve trifulca, una pareja se quedó con la zona de vegetación palustre mejor, la de los cipreses de pantano. Precisamente, el lugar donde hace años ya crió. A la otra pareja no le quedó más remedio que asentarse en la zona inundada del espacio limitado a la presencia de personas. Allí hay menos vegetación, pero si la suficiente para la puesta. Desafortunadamente, el vaciado las ha expulsado. Ayer nuestro amigo José Molis pudo fotografiar una pareja que sobrevoló el lago. Pero marchó. Las condiciones del territorio ahora no son propicias para intentar fijarlo como reproductor. Las ocas se muestran siemore muy adaptables, por lo que el tiempo de vaciado será crucial para que vuelvan. Veremos...
viernes, 21 de enero de 2022
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