Nuestro amigo Manuel Pérez nos informa de la observación esta mañana de una abubilla (Upupa epops) cerca de la Maquinista. El ave picoteaba incansablemente el césped de un parterre en busca de insectos subterráneos. Con estas temperaturas los insectos escasean y las abubillas deben desplazarse a otros puntos litorales en busca de alimento. Recordemos que hasta los años 90 la abubilla no era residente y que quizás debido al cambio climático se fueron asentando poblaciones con las temperaturas benignas. Ahora, con este descenso, las aves residentes se muevem más en busca de ese alimento escaso. Como la observada hace pocos días por nuestro amigo Marc en Diagonal Mar. Lo mismo les está ocurriendo a los aviones roqueros (Ptyonorprogne rupestris), con la desventaja que si ellos no encuentran insectos alados mueren de hambre y frío. Como está ocurriendo en toda Cataluña estos días. Son aves residentes aclimatadas a invierrnos cálidos que ahora ante una ola de frío se quedan sin alimento y mueren.
miércoles, 13 de enero de 2021
MÁS ABUBILLAS EN BARCELONA
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