Ya hemos comentado que una de las limitaciones más importantes para el mantenimiento de las escuetas poblaciones de hirúndidos en Barcelona era la existencia de alares en edificios antiguos que les permitieran poder criar. Pero los aviones comunes (Delichon urbica) de Poble Nou tienen otra evidente limitación. Necesitan barro para poder construir o reparar sus nidos. La reciente urbanización de la zona más costera de la rambla de Poble Nou he eliminado algunos pequeños espacios de tierra donde, cuando llovía, las aves podían recoger barro. Ayer precisamente observé como 2 ejemplares, volaban en el campo de atletismo de la Marbella y en el barro del campo de rugby se posaban para aglutinarlo en sus picos. Es decir, se desplazan casi 1 Km. en este caso para poder obtener un material para ellos indispensable.
jueves, 11 de junio de 2015
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