Os adjunto una imagen que tomé el 27 de marzo del 2011 en uno de los lugares del parc más seguros para las aves por la ausencia de perros dentro: El Pipi-Can...
Como observaréis en aquel momento el ejemplar no presentaba signos de ser adulto. El paso del tiempo (ahora dos años) puede haber intensificado el dorso blanco del ave... Aunque esto, claro, es una conjetura.
Lo que sí que es cierto es que en las urbes, por la ausencia de depredadores (algunos hay) los ejemplares (sea albinos o no) que muestra plumajes diferenciados y notorios en relación con su ambiente, tiene más posibilidades de sobrevivir.
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