¿O no?. Llevamos semanas con 2 barcos embarrancados en la playa del Saler, Valencia. Resultado. El cordón dunar y su vegetación ha sido totalmente arrasado por los miles de personas que han ido a fotografiar la curiosa escena. La playa está desapareciendo, ya que parece que los buques están impidiendo las corrientes naturales de regeneración. Y mucho peor, no parece que los esfuerzos por flotarlos, después de tantos días, sean suficientes. Esperemos que los próximos días de temporal no vuelquen estas inmensas naves y tengamos algún vertido, como hace 10 años pasó con el Prestige, pero en esta ocasión junto a una de las playas más bellas y naturales del Mediterráneo.
jueves, 18 de octubre de 2012
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