Hace unos días, contemplaba un nutrido bando de esta especie asociado a las primeras y residuales matas de vegetación que encontraban los mismos junto al litoral. En cambio, en el parc, ni vista de ellos... El "musical" es un migrante que tan solo suele parar en nuestra zona de estudio cuando se encuentra con inclemencias meteorológicas. Y pasadas éstas, desaparece con rapidez, sin apenas descanso de más de un día. Esto es así, ya que se trata de un migrador nocturno que cuando llega a la costa busca el primer refugio. Por nuestras tierras la subespecie más abundate es la nominal Phylloscopus trochilus trochilus y a la que identificamos por patas amarillentas o claras, coloración bien tintada de verde y aspecto claro, más las ya más técnicas diferencias de longitud de las primarias a diferencia del mosquitero común (Ph. collybita). A todo ello, en primavera, por su particular canto. Pero recordar que la otra ssp. acredula de Escandinavia tiene más bien las patas oscuras y tonalidades más grisáceas o pardas que verdosas. A lo que se suma un "jizz" de campo bien diferenciado del anterior nominal. El caso es que nuestra ssp. trochilus que es la que solemos ver, no descansa apenas en las migraciones y no recarga energía ya que los estudios sobre anillamiento no recogen ni estancias largas ni aumentos en la grasa corporal. Pasa tan rápido porque necesita realizar un trayecto de más de 4.000 Kms. hacia sus cuarteles de invierno, en el caso de la ssp. trochilus en África transhariana occidental. Eso sí volando una media de más de 100 kilómetros diarios, una proeza que realiza este pajarillo de algo más de una decena de gramos.
viernes, 7 de septiembre de 2012
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