Enero, a pesar de las bajas temperaturas, no ha aportado novedades especiales, en contra de lo ocurrido el invierno pasado. Se mantienen los 13 ánsares comunes (Anser anser) y las cantidades de gaviotas no son especialmente notorias. Entre éstas destaca la presencia de un primer adulto de gaviota de audouin (Larus audouinii) el 21 de enero. Puede tratarse de un primer ejemplar en paso primaveral o bien de algún individuo que ha invernado en nuestras costas, como los dos que observé en l'Ampolla el 16 de enero. Se pueden seguir observando cormoranes grandes (Phalacrocorax carbo sinensis) casi a diario y las cotorras de cabeza negra (Nandayus nenday) siguen siendo habituales. A ellas deben sumarse un bando de nueve cotorras argentinas (Myiopsitta monachus). Éstas no son tan habituales como en otras partes de la ciudad. En cuanto a los pájaros, destacar que no son este invierno especialmente habituales, a excepción de la curruca capirotada (Sylvia atricapilla) que parece mantener una mayor presencia, como ya ocurrió todo el año anterior.
jueves, 4 de febrero de 2010
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